Luego de 4 horas (aproximadamente) en
ómnibus llegamos a Boston.
Son las 23.00 horas de un 17 de abril.
A diferencia de Manhattan ésta cuidad
si duerme por las noches.
Salimos a buscar unas cervezas para
brindar, cada minuto merece un brindis, nos encontramos con otra
diferencia. Por ley no se vende alcohol después de las 22.00 horas.
Fue una corta caminata, cerca del
Downtown, nos queda mucho por caminar aun.
A simple vista... Boston parece una
cuidad muy correcta y ordenada... ni un papel en la calle.
Llamaron mi atención pequeños
callejones, poco iluminados, a los cuales no me atreví a entrar en
la noche... pero lo haré.
Dejar Manhattan fue algo extraño,
justo cuando sentía que en algún punto lograba amoldarme al lugar,
a la gente, que dejaba de ser extraña y de a poco se volvían
vecinos... tuvimos que partir.
Será difícil superar ese lugar aunque
me da la impresión que luego será mucho más fácil seguir adelante
y dejar atrás no solo destinos, sino que mucho más que eso.
Creo que es cuestión de dejarse
llevar... no hace falta mucho para ir enamorándose de cada cosa que
nos sucede... o quizás si.
Muchachosss que bueno todo lo que están contando! me divierto mucho leyendo sus historias, sigan escribiendo y sacando fotos!!! besos a ambos!!
ResponderEliminarMAGUILINN