Nos quedamos una noche en Atenas para
ir a la Acrópolis, ese lugar de la antigüedad que todos conocemos y
en algún momento de la vida estudiamos de una forma u otra.
Los antiguos griegos sabían donde
ubicarse, en la cima de la montaña, con vistas casi infinitas...el
mármol domina, todo lo que fue blanco hoy es amarillento, esos
conocimientos de proporciones y escala se ven claramente aunque el
deterioro sea grande...por momentos charlamos sobre lo difícil que
debía ser para el gobierno griego resolver que hacer, si restaurarlo
o dejarlo asi como esta y creo que en esa encrucijada están ahora,
ya que podían verse algunas grúas y lugares donde el material era
mas blanco.
El calor agobiante se olvida por
momentos gracias al viento que soplaba a esas alturas...finalmente vi
con mis ojos las diferencias entre los ordenes y ahora entiendo ese
paralelismo con la figura humana, el dórico el hombre, el jónico la
mujer, y el corintio la juventud...
Este lugar, una cita obligadas del
viaje de arquitectura y vale decir que es increible estar ahi.
La Acrópolis es lo que destaco de mi
pasaje, la ciudad en si no me conmovio, se nota la crisis por la que
están pasando, hay mucha inseguridad...
De ahí a las islas!
Pablito
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