miércoles, 2 de mayo de 2012


Volviendo un poco para atrás, nos es necesario intentar relatar nuestro pasaje por Phoenix...calor, desierto, piedras, cactus, mucho calor.
Sumando un compañero de viaje, levantamos el auto que nos acompañara por el resto de EE.UU.. Recorrimos la ciudad desde el aeropuerto hasta el motel 6 donde íbamos a hospedarnos, dominaba la impresión de una ciudad muy chica, sin nada que hacer mas que disfrutar del nuevo paisaje que se nos presentaba. El calor era agobiante, por fin pinto piscina!

Sin demasiadas expectativas salimos en busca de comida, nos encontramos con gente muy cálida, no quemaban como el sol pero nos hicieron sentir mas que bienvenidos. También es verdad que muchos de ellos eran raros...que pensarían de nosotros...
Estábamos en las afueras, no demasiado lejos del centro, una vez mas nos encontrábamos en una película, esta vez trataba sobre un lugar pequeño, con gente que te hace sentir especial, también se prestaba como lugar de asesinos seriales y psicópatas.
Luego de la comida nos propusimos ir a recorrer el centro, estábamos muy de paso y no queríamos irnos sin el poder de decir si Phoenix tenia algún atractivo o no.
Recorriendo el pequeño centro nos topamos con mucha gente reunida alrededor de lo que parecía ser un estadio...nos acercamos...el paisaje había cambiado, las personas dejaron de tener aspecto de asesinos, chicas rubias que parecían estrellas porno comenzaron a aparecer de todas partes...claro que también había morochas, castañas, morenas, asiáticas...todas con esta cualidad...y también chicos que hacían que nosotros pareciéramos los psicópatas.
Continuamos acercándonos y logramos entender lo que sucedía, estaba a punto de comenzar un partido de la NBA entre Phoenix Suns y San Antonio Spurs.

Parados ahí sin entender mucho, el Bato propone intentar entrar como prensa, no perdíamos nada con intentar...ahí fuimos de entrada en entrada preguntando por donde entraba la prensa.
Cuando dimos con la puerta indicada entramos los 7 (Bato, La Broca, Pancho, Mato, Marquitos y nosotros), dimos con un escritorio donde nos recibe una señora, muy amable por cierto, presentamos los carnets, los mira, nos pregunta si habíamos llamado a un lugar en NY del que ninguno tenia idea, le dijimos que no, levanto el tubo e hizo un par de llamados consultando. Finalmente la respuesta fue que no podíamos, pero nos dijo que ella tenia 2 entradas que no iba a usar y nos las regalo...por un momento pensamos en revenderlas, pero terminamos haciendo un yapeyu entre los 7, los 2 que quedaran hasta el final eran los que iban a entrar...Bato y Pablito fueron los favorecidos.

Tras un gran abrazo y una alegría increíble arrancamos hacia la entrada dejando atrás a los pibes...el sorteo fue justo...lo mas loco fue que en el entretiempo, osea entre el 2 y 3 cuarto se nos aparecen adelante los que habían quedado afuera contándonos que habían conseguido entrar gratis igual que nosotros, las risas iban y venían, estábamos en la NBA y todos de arriba.



Hablando del espectáculo, si bien el partido es lo que da lugar a eso, no era lo central, por lo menos para nosotros...mientras se jugaba había música, unas mas gozadas cuando atacaban los locales y suspenso cuando era el turno de la visita...la tribuna cantaba poco, lo único que se decía y muy dos por tres cuando atacaban los Spurs era “defense...defense”, un embole comparado a las hinchadas en Uruguay, también vale decir que todos tenían la remera de su equipo y que tanto locales como visitantes compartían todo, lejos de peleas y esa pavadas que se hacen por nuestras latitudes.

Siguiendo con el show, en cada momento que paraba el partido, algo pasaba, entre los cuartos, cuando uno de los equipos pedía tiempo, sin lugar a dudas las porristas fueron lo que mas llamo nuestra atención y por tanto la de nuestra cámara también...lo mejor del espectáculo lejos. 



También estaba siempre la mascota de los Suns por ahí, un gorila, no tan bueno pero un colorcito mas le daba, un grupo mixto vestidos con ropa ancha también bailaban y se encargaban de regalar remeras a la tribuna, la gente estaba atenta a la pantalla central esperando ser enfocados para hacer alguna pavada.
El partido lo terminaron ganando los Spurs 110 a 106, estuvo vibrante dirían los fanáticos del basket, pero para nosotros el partido en si mismo era una de las tantas cosas que sucedían que nos hicieron entrar en ese estado.


Matiolo y Pablito 

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