viernes, 18 de mayo de 2012

PRIMERAS IMPRESIONES


Finalmente luego de un día entero de viaje estoy en la cuidad de Osaka, más exactamente escribiendo desde mi pequeño cuarto. En este momento son las tres de la mañana mientras que trato de imaginar Montevideo a plena luz del día. En lo personal esperaba un choque cultural y justamente eso sucedió solo que a mucho mayor escala.
Creo estar viviendo la versión japonesa de lo que conocemos como hostel aunque aquí se le da otro uso, es estrictamente de paso y sinceramente, están un paso adelante.

Mi cuarto es del tamaño de la cama, sin ventanas, con una pequeña ventilación que parece ser suficiente. Una repisa, dos huecos en los cuales no se que podría apoyar, un pequeño espejo circular, algo que sale de la pared de plástico y parece ser lo indicado para golpearse cuando te despertás, un pequeño esquema del edificio acompañado de un instructivo con traducción al español, o esa era la idea, y una pequeña televisión es todo lo que se logra ver desde muy fino y duro colchón. ¿Arroz dentro de la almohada? No estoy muy seguro pero todo se siente muy oriental.

Fuera de mi cuarto la valija y lockers con diferentes funcionalidades. Lockers para bañarse, lockers para los zapatos, lockers para cargar el celular o la computadora, ahora que lo pienso: la cápsula sería un locker también pero para humanos; se fuma dentro del edificio, por un momento respiré el mismo aire que solía respirar en boliches de Montevideo, hace mucho tiempo.

Cepillos de diente descartables y con pasta incluida, duchas sin separaciones y banquitos, se bañan sentados, toallas por todas partes, muchos uruguayos tratando de retener procesos, hidromasajes colmados de japoneses desnudos al igual que el sauna, sectores masculinos, otros femeninos, todo es ordenado y no se mezcla.

Resulta que la cama dura y la almohada rellena de algo que todavía no descubro lograron hacer que en pocas horas me sienta muy descansado. Todo una experiencia, una forma extraña de compartir fuera de la capsula seguida de un cómodo aislamiento una vez dentro luego de bajar la cortina de un material que lo único que logra es que no se vea a través de ella.
Creo lograron un buen equilibrio entre el interior, simple, minimalista y con poco espacio; y el exterior, conformado por rampas, pasillos y escaleras que llevan a cada uno de los sectores haciendo del hotel un lugar complejo pero que no deja de ser muy fácil de recorrer.

Salimos a caminar... todo es exótico, extremadamente distinto. Grandes avenidas y otras totalmente opuestas, tranquilas y llenas de luces, colores, dragones, locales que te invitan a entrar a diversos lugares: restaurantes, boliches y algo un poco subido de tono también.
La gente se muestra simpática, si les clavas los ojos a los suyos saludan sonrientes, son muy creativos a la hora de vestirse, me gusta.
Parece que aquí disfrutan de ser exóticos aunque me hacen sentir al revés. Son capaces de combinar colores que no imaginaba fuera posible aunque debo reconocer que sus figuras colaboran y mucho.
Rayas, círculos, medias por arriba de las rodillas, polleras cortas pero no ajustadas, algunas si, peinados realmente llamativos. Creo que la clave es resaltar la silueta, lo logran perfectamente.

Matiolo

2 comentarios :

  1. Estoy acá, leyendo, metida en una cápsula!

    Besos querido!

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  2. Jajajaja gracias por leer Pato! Lo bueno de estar en una cápsula es que después de un rato salís!

    Una abrazo enorme querida!

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